La corrección de arrugas con toxina es la tendencia estrella en nuestros tratamientos no quirúrgicos , ya que se utiliza en tratamientos estéticos y también tratamientos para patologías como la recidiva de
migraña, disfunción de los párpados o de la mandíbula como el bruxismo, entre otros.
Utilizamos una sustancia que paraliza o disminuye la función del músculo sobre el que se aplica y lo relaja. Suaviza las arrugas o líneas de expresión preexistentes y previene la formación de nuevas arrugas.
Este tratamiento preventivo con poca dosis es cada vez más demandado por los jóvenes, que quieren prevenir la aparición de arrugas con la aplicación en pequeñas
dosis, lo que ayuda a mantener la piel uniforme, conservando una expresión natural y revitalizada.

El tratamiento no requiere anestesia.
Cualquiera de los dos requiere pruebas alérgicas.
Puede aplicarse en el escote y el cuello, y en las arrugas periorales.
Los resultados son óptimos en el contorno de la cara, lo que da un en relación con los productos de relleno.
Puede aplicarse en cualquier estación del año.
Sus resultados son evidentes a los tres o cinco días, y son definitivos a las dos semanas.
personas mayores, pudiendo combinar este tratamiento con terapias como el relleno productos.
Problemas derivados de un mal cuidado posterior, o dolores de cabeza.
evitar cualquier actividad que pueda aumentar la vasodilatación.
Por ello, durante 5-6 horas no podremos:
Hacer deporte
Dormir o bajar la cabeza
Tomar bebidas alcohólicas
Estar en lugares muy calientes (por ejemplo, cocinar).
Después de ese tiempo podrá llevar su vida normal y los efectos de la toxina se
aparecen a los 3-5 días , siendo máximos a los 10-14 días.